Pasada por el filtro
- Alx-Sander
- 29 ene 2018
- 2 Min. de lectura

Iba con muy pocas expectativas de ver Una mujer sin filtro, más porque la producen los mismo de Hazlo como Hombre, película que me pareció una porquería y es que ya no veo cine mexicano por el fiasco que últimamente ha llenado la cartelera de películas sosas e inverosímiles.
Pero debo decir que Una mujer sin Filtro me dejo un buen sabor de boca, además que hace una crítica al mundo en que vivimos y nos hace reflexionar sobre quienes somos.
A pesar de ser un remake de una película chilena, la película se la lleva Fernanda Castillo, que en los últimos años ha sorprendido por su crecimiento como actriz y su capacidad de ser muy dramática y a la vez darle un poco de comedia a su personaje. Hay un antes y un después de ser la cuñada cuernuda de Teresa, a ser uno de los personajes más emblemáticos de El Señor de los cielos, Mónica Robles.
Alejandro Calva ya nos tiene acostumbrados a personajes diversos, en esta cinta llega a desesperarnos por ser un artista frustrado, patético y un parasito para su esposa.
Flavio Medina le da un poco de soporte a la historia aunque me parece muy desperdiciado, Mara Escalante creo que debe reinventarse, me gusta mucho como maneja la comedia, pero todos sus personajes en las últimas películas ya son un híbrido de María de todos los Ángeles y Doña Lucha. Las demás participaciones son cameos que solo cumplen.
El momento más memorable es cuando Paz (Fernanda Castillo) pone en su lugar a la estúpida niñita millenial, Emilia bloggera interpretada por Carmen Aub. 👏👏👏👏
Lo más rescatable de la cinta es la critica que hace a nuestra sociedad sumergida y embobada por la era digital, donde hemos perdido la empatía, nos hemos vuelto gente egoísta donde nuestro mundo y vida está en el Smartphone, dependientes de los likes, los followers y la publicaciones estúpidas. Y esto es cierto, ya que la cinta nos presenta momentos muy cotidianos donde la plática entre amigos ahora es más por Whats que de una manera presencial.
Dentro de este contexto la misma rutina hace que al igual que la protagonista se vuelva alguien sin voz ni voto, donde hace y dice lo que las demás personas quieren.
Una mujer sin Filtro nos hace reflexionar sobre lo que realmente queremos decir y hacer, vivir la vida que deseamos, sin importar que los demás estén de acuerdo o no.
El final de la película me gusta, no es clásico felices para siempre, da la pauta para seguir una nueva historia, la vida sigue.
“Nunca estamos solos, estamos con nosotros mismos”
Recomendable ⭐⭐⭐
Opmerkingen