La Monja no llega a ser tan espeluznante
- Alx-sander Juárez
- 10 sept 2018
- 2 Min. de lectura

Aunque no soy fan de las películas de terror, porque no causan en mi ninguna sorpresa ni susto, el universo de El Conjuro me agrada por las historias que cuenta. La Monja un ente maligno, que hizo su debut en la segunda parte de El Conjuro, ahora tiene su propia película.
La historia me gusta, aunque trata de ser fantasiosa y mística, con una fórmula muy bien lograda, al relacionar la religión con los demonios, el sacrificio, las almas puras, hasta aquellos revolucionarios en desafiar los credos establecidos por el catolicismo. El guion se me hace muy simple, muchas escenas de suspenso y sorpresa, llegan a ser muy predecibles, y en momentos hasta risibles.
Esperaba más de esta cinta, que fuera obscura, con una trama más complicada y con un final épico, pero bueno no podemos pedir mucho.
Actuaciones
Nunca ha sido de mi agrado Demián Bichir, aquí su actuación es medianamente buena. Teniendo el potencial para presentarnos a un personaje como el Padre Burke, simplemente se queda corto, no llega ser alguien aguerrido, ni un héroe dispuesto a hacer lo que sea en contra del mal, sino un títere de investigación del Vaticano, atormentado por sus demonios y malas decisiones. En este aspecto, la historia que cuenta sobre su experiencia con sucesos demoníacos, se siente metida a la fuerza y sin ninguna relevancia o algo que aporte a la cinta.
Los que destacan: Taissa Farmiga como la Hermana Irene, la representación de la pureza y la novicia deseada por Valak para ser poseída. Nos regala un personaje que sale del estereotipo de la clásica chica en peligro, es una mujer que se prepara para ser monja, cuanta con ciertas visiones y ve la religión de una manera distinta. No temerosa y la única que al final puede enfrentar al demonio. Jonas Bloquet como Frenchie, sin sospechar que sería una pieza clave para el plan de la Monja, es el héroe y el que cree en usar la fuerza para combatir el mal. Nos da una buena interpretación, teniendo un rol de amigo, acompañante y jugar con la idea de ser algo más de la Hermana Irene.
Lo más rescatable de esta precuela es la ambientación, los escenarios y la fotografía, le dan un toque lúgubre, como si la Abadía de Carta nos incita a ser explorada y descubrir el secreto que se esconde tras sus puertas. La música ambientada con cantos gregorianos. En ciertas escenas exageran al ser tan oscuras, no alcanza a preciarse mucho, sabemos que es un recurso en este tipo de películas, pero a veces está de más. Por último los efectos especiales realzan muchas escenas y en otras si se nota el CGI.
Si te gusta el terror, podrás darte uno que otro susto, esperemos una segunda entrega y conocer más de este personaje, el segundo con su propia película, después de Anabelle.
Regular
⭐⭐
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